Blas de Otero, poeta de la posguerra española, perteneció a un grupo de escritores que utilizaron la poesía como un instrumento de compromiso ético-político de la izquierda, a los cuales, por ello, se les llamó "desarraigados". En cada uno de sus versos se respira realismo y denuncia, búsqueda de libertad y justicia, como podemos ver en este poema titulado "En el principio":
"Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.
Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.
Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra."
lo que tiré, como un anillo al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.
Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.
Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra."
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