13 de septiembre de 2009

Un poco de poesía #26

Hoy os regalo una poesía del genial ¿Pablo Neruda? (ya que se especula que su autora original fue Martha Medeiros) que espero que, como mínimo, os haga meditar. A mi desde luego me marcó. ¿Y a ti?

"Muere lentamente quien no viaja, quien no lee,
quien no escucha música, quien no halla encanto en sí mismo.
Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar.

Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito
repitiendo todos los días los mismos senderos,
quien no cambia de rutina, no se arriesga a vestir un nuevo color
o no conversa con quien no conoce.

Muere lentamente quien evita una pasión
y su remolino de emociones,
aquellas que rescatan el brillo de los ojos
y los corazones decaídos.

Muere lentamente quien no cambia la vida cuando está insatisfecho con su
trabajo, o su amor,
quien no arriesga lo seguro por lo incierto para ir tras de un sueño
quien no se permite, por lo menos una vez en la vida,
huir de los consejos sensatos...

¡Vive hoy!
¡Arriesga hoy!
¡Haz hoy!
¡No te dejes morir lentamente!
¡No te olvides de ser feliz!"

2 comentarios:

1_like_no_1 dijo...

Erróneamente atribuida a Pablo Neruda, en realidad esta es una poesía de Martha Medeiros. Ella es una escritora brasileña, que publicó varios libros, además de trabajar con un periódico en Porto Alegre (Brasil), donde publicó esta poesía exactamente en el año 2000.


MUERE LENTAMENTE

Martha Medeiros



Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito,
repitiendo todos los días los mismos trayectos,
quien no cambia de marca,
no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce.

Muere lentamente quien evita una pasión,
quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las “íes” a un remolino de emociones,
justamente las que rescatan el brillo de los ojos,
sonrisas de los bostezos,
corazones a los tropiezos y sentimientos.

Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo,
quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño,
quien no se permite por lo menos una vez en la vida,
huir de los consejos sensatos.

Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee,
quien no oye música,
quien no encuentra gracia en sí mismo.

Muere lentamente quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.

Muere lentamente,
quien pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante.

Muere lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo,
no preguntando de un asunto que desconoce o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.

Evitemos la muerte en suaves cuotas,
recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar.

Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos una espléndida felicidad.

Pedrock dijo...

La verdad que hay tantas versiones de esta misma poesía que ya no importa quien fuese su autor original, sino que cada persona que la lea la haga suya y le sirva para ser mejor en su vida.

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