Miguel de Unamuno, bilbaíno y gran estudioso del pueblo y la tierra vasca, fue un gran poeta y dramaturgo, así como filósofo, "líder" de la archiconocida generación del 98. Participó activamente en la vida política de la época y, aunque fue poco aceptado por sus coetáneos debido a la complejidad de los temas tratados (la mentira de la fe, la doble personalidad...), y a su simbolismo, se erigió como uno de los grandes escritores del siglo XIX.
Os dejamos con su última poesía, escrita justo 3 días antes de su muerte en diciembre de 1936.
Os dejamos con su última poesía, escrita justo 3 días antes de su muerte en diciembre de 1936.
"Morir soñando, sí, mas si se sueña
morir, la muerte es sueño; una ventana
hacia el vacío; no soñar; nirvana;
del tiempo al fin la eternidad se adueña.
Vivir el día de hoy bajo la enseña
del ayer deshaciéndose en mañana;
vivir encadenado a la desgana
¿es acaso vivir? ¿y esto qué enseña?
¿Soñar la muerte no es matar el sueño?
¿Vivir el sueño no es matar la vida?
¿A qué poner en ello tanto empeño?:
¿aprender lo que al punto al fin se olvida
escudriñando el implacable ceño
-cielo desierto- del eterno Dueño?"
morir, la muerte es sueño; una ventana
hacia el vacío; no soñar; nirvana;
del tiempo al fin la eternidad se adueña.
Vivir el día de hoy bajo la enseña
del ayer deshaciéndose en mañana;
vivir encadenado a la desgana
¿es acaso vivir? ¿y esto qué enseña?
¿Soñar la muerte no es matar el sueño?
¿Vivir el sueño no es matar la vida?
¿A qué poner en ello tanto empeño?:
¿aprender lo que al punto al fin se olvida
escudriñando el implacable ceño
-cielo desierto- del eterno Dueño?"
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